Mi post de hoy va dedicado a los programas del corazón. ¿Qué cojones me importará a mí lo que hacen los famosos? ¿Me van a dar parte de su dinero si los veo? No es de los famosos de los que quiero hablar (igual hablo de ellos algún día). Hablo del "Sálvame" y el "DEC". Lo único que hacen es molestar y se inventan las cosas sólo por tener audiencia. Tú pones esos programas y te da hasta asco de lo que hacen (sobre todo el de Telecinco). Pero lo que verdaderamente me cabrea no es el programa en sí, ni las tonterías que hacen, sino los reporteros que mandan a la calle. Hay pocos que se libran de mi crítica. ¿Qué es eso de acosar a la gente para hacerles preguntas? Déjalos en paz, que te han dicho que no van a decir nada, no seas cansino. Pero no, ellos siguen ahí, con la tontería y el cansinismo. El famoso está haciendo su vida normal, se mete en su coche, arranca y va el reportero y se pone en medio. ¡Ay, lo que ha hecho! ¡Ha atropellado a un reportero! ¡Ahora lo denuncian! Pues mal hecho, si te han avisado (normalmente de buenas maneras, hasta que uno se harta). Te han dicho: "Quítate de ahí por favor, que tengo que salir". Pero el reporterito ahí sigue, y luego pasa lo que pasa. Después hay una frase típica de todos los reporteros: "Yo estoy haciendo mi trabajo". ¿Y yo no estoy viviendo mi vida? Déjame en paz, cansino. Luego en los platós de televisión se dicen de todo, se enfadan y al final... ¡querella al canto! Así está el sistema judicial en España, que va tan lento. Pero todo esto pasa porque en España (aunque nos cueste decirlo y nos molesta que se nos diga) somos unos cotillas. Si pasa algo aquí, aquí estamos. Si pasa allí, allí vamos a investigar. Por tanto, mi consejo es que os ocupéis más de vuestras cosas y dejéis la vida de los demás un poquito más apartada.