Debido a la reciente polémica sobre este tema en Cataluña, me he decidido a escribir esto. Bueno, voy a empezar. Por un lado, sí que es verdad que el toro sufre con esto. El que diga que no se merece que se lo hagan a él. ¿Cómo no va a sufrir el animal si lo tienen corriendo de un lado a otro atraído por el movimiento de un trozo de tela con unas banderillas clavadas sobre el lomo? Además, hay que decir que el animal se estresa. No sólo en la corrida, sino también en el viaje. Lo sacan de su rutina y lo llevan a un sitio que no conoce encerrado en un cajón diminuto. Sería como si te meten en una caja en la que no puedes moverte y te llevan a un sitio desconocido para tí. Después te sacan a un ruedo ante un montón de personas mientras un personaje con traje de luces se pone a pegarte gritos y luego te clavan banderillas en la espalda y un tío encima de un caballo te pincha con un palo. Al final, te clava una espada. ¿A que no os gustaría? Hacedme caso, reflexionad sobre esto. Pero por otro lado, y aparte de sacar todo lo malo de la tauromaquia, también hay un lado positivo. Diréis: ¿qué lado positivo puede tener esto? Pues os lo voy a explicar. A los toros hay que mantenerlos, por lo que los ganaderos tienen que contratar gente para ese trabajo y comprar lo necesario para su mantenimiento. Lo necesario no es sólo comida, sino unas fincas amplias para que los toros se ejerciten y sobre todo, hacen falta cuidados médicos. ¿En qué se traduce esto? Pues en puestos de trabajo, cosa que es importante sobre todo ahora con la crisis. Pero esto no acaba aquí. Las corridas de toros mueven a mucha gente y son un reclamo para los turistas. Por lo tanto, si vienen turistas, se llenan hoteles, bares y restaurantes, creando más puestos de trabajo y ayudando a la economía del país. ¿Qué es lo que hay que hacer entonces? Pues mi opinión es que debería haber corridas, pero aliviando el sufrimiento del toro. La parte de las banderillas, los picadores y la muerte al final puede aliviarse toreando de otra forma, por ejemplo, poniéndole a los toros una manta de velcro en el lomo sobre la que pegar las banderillas (sin pincho, claro). Y la muerte del toro se evitaría con un gesto simbólico al final de la corrida. Aunque la parte del estrés del toro no sería eliminada. Bueno, yo he dado una opinión. Ahora os toca a vosotros decidir.